Hace un tiempo, la escritora Rose Marie Tapia se encontraba caminando por una acera cuando presenció un acto de acoso escolar en el que tres estudiantes le pegaban a un niño dentro de un autobús.
“El bus estaba estacionado y los tres chicos se habían parado de sus puestos para pegarle al más pequeño. El conductor me dijo que a él solo le pagaban por manejar el bus. No identifiqué al colegio, todo fue muy rápido. Intervine y puse orden”.
Tras lo ocurrido, la autora panameña se motivó a escribir Un grito desde el silencio (El oscuro abismo del bullying), su décima novena novela que estará presentando el 18 de agosto en la XI Feria Internacional del Libro Panamá 2015.
El acoso escolar es un flagelo social poco atendido, afirma la escritora, quien considera que es “el caldo de cultivo para la delincuencia juvenil en el caso de los acosadores y de la afectación psicológica en las víctimas; incluso, pueden optar por el suicidio”.
Si bien es cierto que esta novela es ficción, fue recreada “desde una realidad lacerante, que nos duele y nos asusta. ¿Hasta dónde vamos a llegar con estos niveles de violencia?”.
En entrevista, Tapia comparte detalles de su más reciente obra, el impacto del bullying sobre la víctima y los victimarios, así como recomendaciones para evitar este tipo de violencia.
¿Cuál es el mensaje central de esta novela?
La no violencia, no permanecer indiferente ante el sufrimiento de las víctimas ni ante la perversión de los acosadores. Un “basta ya” puede detener el abuso. Debemos construir una sociedad tolerante, una civilización de paz, y qué mejor lugar para empezar que nuestras escuelas.
¿A qué se debe su título El grito desde el silencio?
Las víctimas están calladas. Y desde ese silencio gritan, claman por ayuda y parece ser que nadie los escucha, porque su voz es débil, casi inaudible. Y desde ese silencio está la voz clara y contundente de esta escritora que grita desde ese silencio “basta ya”.
Jorge es el protagonista de esta obra. ¿Cómo describiría al personaje de Jorge, qué situaciones enfrenta como estudiante?
Es un niño con una inteligencia privilegiada, pero inseguro, acomplejado, tímido y temeroso, abusado en su colegio por algunos de sus compañeros. Maltratado por su padre. Su madre, dominada por su esposo, promueve su silencio para evitar problemas con el padre del niño.
¿Qué tienen en común Adalberto, Miguel y Julio, los victimarios?
Son compañeros de salón, también son víctimas de la violencia doméstica.
A su juicio, ¿qué daños o de qué manera impacta el bullying en la vida de los niños que son víctimas?
El bullying afecta tanto a las víctimas, que las hace temerosas e inseguras. Ellas tienden a sufrir depresión, un aumento de los sentimientos de soledad, una tristeza inmensa y se sienten orilladas a un abismo sin escapatoria.
¿Qué enseñanza o moraleja desea transmitir a través de esta obra?
Para las víctimas [la enseñanza que les deja el libro es], no guardar silencio ante el abuso; para los acosadores, un mensaje directo: se acabó el abuso, que busquen ayuda psicológica; y a la sociedad se le invita a resolver o minimizar el problema del bullying. Si afrontamos el problema de la violencia escolar, minimizaremos el problema de la delincuencia juvenil.
¿La lectura de esta novela podría estimular a los jóvenes a tomar más conciencia del problema?
Estoy segura de eso. Ya en el Centro Básico de La Cuchilla, Concepción, Bugaba, en Chiriquí, se constituyó el primer comité anti bullying. Fue iniciativa de los jóvenes después de la lectura de Un grito desde el silencio.
¿Cuánto tiempo le tomó preparar esta novela?
Un año, entre la investigación, lecturas, entrevistas y redacción. Yo escribo varias horas, todos los días.
¿En qué consistió su investigación?
Hice una investigación con publicaciones de la internet y leí ensayos sobre el tema. Entrevisté a chicos abusados y abusadores de primaria y secundaria. También consulté a la catedrática universitaria y psicóloga Yolanda Crespo. Los aportes más conmovedores fueron los testimonios de las víctimas que susurran, a pesar de su miedo, desde el dolor y la desesperación de encontrarse atrapadas sin salida.
¿Qué simboliza la literatura para usted?
Es mi misión de vida, siempre desde muy joven busqué un propósito en la vida. Cuando escribí mi primera novela, supe que lo había encontrado. Ahora ese logro se fusiona con vocación de servicio. Escribir me hizo revalorar mi vida, asumir una posición frente a los hechos y plasmar mis conclusiones en la expresión narrativa. He logrado un nivel de paz interior y satisfacción personal que jamás experimenté. Es una tarea innovadora y la obra que nunca creí posible realizar. Es vivir a plenitud el momento presente.