Adrée Dadou Sarkozy, la madre del presidente francés, no cree que a su hijo le falten pretendientes tras el divorcio de su segunda esposa Cécilia.
"En su puesto tiene dónde elegir", afirma la octogenaria en una entrevista publicada en Point de Vue.
Pese a ello, dos meses después del divorcio de su hijo de Cécilia Ciganer-Albéniz, Dadou Sarkozy espera que el presidente no vuelva a casarse porque está "harta de bodas".
Con Cécilia asegura que tuvo "buenas relaciones" y siempre fue "amable" con ella, pese a que dice que "es fría".
Y no descarta que la ya ex primera dama francesa acuda a la cena familiar de Navidad, porque el pequeño Louis, el hijo conjunto, sigue siendo "un lazo" entre ambos.
A las dos hijas de Cécilia, Judith y Jeanne-Marie, las conoce "poco" porque son "un poco distantes" y han heredado la frialdad de su madre, dice.
La madre de Sarkozy, que acompañó a su hijo en un viaje oficial a China el mes pasado, afirmó haber congeniado bien con las ministras del Gobierno francés.
