La maternidad tiene ciertas ventajas, como poder estacionarse cerca de la entrada de los locales comerciales o privilegios para no formar filas, por ejemplo. Sin embargo, tiene una temible desventaja estética: la piel se estira y aparecen las estrías.
La mujer aumenta de peso y además de la barriga se agrandan también los senos, por lo menos una talla. Cuando la piel se estira ocurre una ruptura en la capa dérmica y se hace como una especie de cicatriz que no puede ni evitar ni desaparecer por completo después, entonces aparece la estría, señala el dermatólogo Juan Erasmo González.
Añade que otro causante de la aparición de estrías puede ser el exceso de estrógenos (hormonas) o la utilización de tratamientos antinflamatorios por largos periodos de tiempo.
El galeno afirma que aún no se ha creado nada que haga que desaparezcan, sin embargo, se puede evitar que sean muy pronunciadas.
Las cremas hidratantes a base de vitamina A, una alimentación balanceada e ingerir mucho líquido previenen, en cierta forma las estrías, pues hidratan la piel y esta no pierde colágeno.
Además, dice González, la mujer debe usar un buen sostén, preferiblemente de algodón, para que la piel respire y así prevenir que las estrías sean más marcadas.
Las cremas medicadas que contienen retinol o ácidos retinoicos no deben usarse durante el embarazo pues podrían perjudicar al bebé.
Después de la lactancia se puede aplicar el Aceite de Rosa Mosqueta para minimizar la presencia de las estrías.
La profundidad de la estría dependerá de la piel, a quienes tienen más hidratación y elasticidad les va mejor.

