Si bien es cierto que el sexo no es lo único en una relación de pareja, también es cierto que si ambos no están satisfechos en este aspecto la unión puede destruirse en un abrir y cerrar de ojos.
Para el psicólogo y consejero de familia, Demóstenes Rodríguez, la única forma en que dos personas pueden encontrar la satisfacción sexual es hablando con franqueza entre sí y expresar todo lo que "le gustaría que le hicieran y le gustaría hacer a su pareja".
Uno de los problemas más comunes es que la persona no se atreve a expresar sus inquietudes y necesidades sexuales porque teme a lo que el otro podría pensar: ¿Con quién ha practicado eso? ¿De dónde le surgió esa idea? ¿Será que no [la o lo] satisfago? El otro punto –especificó el especialista– es la dificultad para decir "amor, me cuesta llegar al orgasmo" o "nunca lo he experimentado" como si esto fuera un pecado, o se cree que al hacerlo se herirá a la pareja.
El guardar silencio es peligroso. Al no sentir satisfacción, tampoco se podrá expresar y transmitir ciertas emociones que hagan que la otra persona se sienta cómoda o segura durante el acto sexual.
También se puede dar que la persona insatisfecha empiece a desear a una persona ficticia o a alguien cercano, alejándose poco a poco de su pareja. "Esto pasa tanto en hombres como en mujeres", recalcó Rodríguez.
La psicóloga Eloisa Cueto advirtió que una persona no puede someterse a cumplir cualquier "capricho de su pareja" si esto la hace sentir incómoda, pero tampoco puede cerrarse a las aventuras sexuales de su compañero.
Se puede llegar a un acuerdo. Ir despacio hasta cumplir las fantasías sexuales de ambos.

