El estreno del último documental de Michael Moore, SiCKO, que pone el sistema sanitario estadounidense bajo el bisturí, fue marcado por la polémica.
La compañía Humana, una de las principales proveedoras de cobertura médica en Estados Unidos, ya ha divulgado una nota en la que se defiende de las menciones que Moore hace de ella en su filme. Entre ellas está el testimonio ante un comité del Congreso de una de sus trabajadoras sobre su contribución en la muerte de un cliente de Humana por negarle el cuidado requerido por los médicos. Las declaraciones de la ex empleada son uno de los documentos más estremecedores del filme.
En SiCKO, Moore no habla solo de los horrores que viven los 50 millones de estadounidenses sin seguro médico. También se refiere a los otros 250 millones que completan la población de EU y que pagan un servicio que no reciben.
"Y si muestro fragmentos anecdóticos, esas anécdotas están basadas en hechos", reconoció el realizador. Moore presenta al espectador a Adam, a Rick, a Larry y Donna, entre otros, protagonistas en sus propias carnes de los problemas que genera la carencia de un sistema público de salud en Estados Unidos. También alterna con datos históricos o declaraciones desde el otro lado de la barrera, sin entrevistar a los dirigentes de las principales aseguradoras en EU.
El realizador incluye en su filme de 124 minutos el viaje en tres botes que hizo a Cuba con un grupo de voluntarios en las labores de rescate de los atentados del 11-S, en busca de la misma atención sanitaria que reciben gratis los supuestos terroristas detenidos en Guantánamo. Este viaje le ha valido una investigación del Departamento del Tesoro estadounidense ante la posible violación del embargo contra Cuba.

