PARÍS, Francia /DPAPor el cerrado círculo de restaurantes con estrellas en Francia soplan nuevos aires. Los tiempos cambian y el cocinero Alain Senderens, de 65 años, dueño del famoso Lucas Carton en la Madeleine de París, es el más reciente ejemplo de una nueva tendencia dentro de la haute cuisine: alejarse de las elitistas langostas y belugas para acercarse a las sardinas o las morcillas.
El maestro, que desde hace 28 años es calificado con tres estrellas en la famosa Guía Michelin, devuelve esta alta distinción para centrarse en una cocina más sencilla y accesible. "Es demasiado estresante, muy caro y muy poco rentable", comentó sobre la cocina de tres estrellas. Además, "está pasado de moda que tres camareros se ocupen de un cliente", añadió.
No es que los grandes cocineros hayan perdido el entusiasmo por su profesión. Además, de esta manera no pretenden criticar el sistema de estrellas de la famosa guía. Sin la Guide Michelin, "la cocina francesa no sería actualmente lo que es", admite Senderens.
"Simplemente quiero ofrecer otra cocina", dice Senderens. En el futuro, comer en su restaurante ya no costará 300 euros (unos 380 dólares), sino solo cien (125 dólares).

