La cantante Britney Spears ha negado que esté embarazada de nuevo, tal y como publica una revista; pero sigue protagonizando un escándalo tras otro. El último fue en un sex shop, donde presuntamente se desnudó y robó una peluca.
La revista estadounidense del corazón In Touch anunció esta semana en su portada que Spears está embarazada de su tercer hijo.
La prueba de la feliz noticia la habría confirmado el supuesto padre, el productor y ex novio de la cantante J. R. Rotem.
Sam Lufti, un amigo de Spears, salió a la defensa de la cantante al afirmar que es "una gran mentira".
Según Lufti, Spears se tomó la noticia con humor, pero no quiso enviar un desmentido oficial por algo así; porque si no, "lo tendría que hacer por cualquier" información.
Lufti también envió un mensaje de texto al presentador de radio Ryan Seacrest, en el que decía que es una tontería, "no sé quién los ha distribuido (los rumores); J. R. no sabe qué está pasando. Es todo falso, completamente falso".
La revista In Touch, para justificar su artículo, sacó el miércoles en portada algunas pruebas de que Spears sí estaría embarazada.
Ecografías, correos electrónicos entusiasmados a amigos y un mensaje del propio Rotem en el que habría dicho "es verdad", confirmarían la noticia.
El supuesto padre negó inmediatamente los rumores.
En declaraciones a varias revistas, entre ellas Us Weekly, dijo que "no hay absolutamente nada de verdad en esto".
Mientras Spears, ajena a todos los rumores que la envuelven tras la separación de su ex marido Kevin Federline y la batalla legal por la custodia de sus dos hijos: Sean Preston, de dos años, y Jayden James, de uno, protagoniza otro escándalo.
El último tuvo lugar en un sex shop en el Sunset Boulevard de Hollywood donde, según testigos presentes, se desnudó en medio de la tienda para probarse un conjunto de ropa interior.
