Una veintena de joyas que pertenecieron a Wallis Simpson, la divorciada estadounidense por la que Eduardo VIII renunció al trono británico en 1936, serán vendida por la casa de subastas Sothebys el 30 de noviembre en Londres.
Estas piezas recuerdan los momentos de una relación que llevó a Eduardo VIII a abdicar tras reinar durante sólo 326 días.
Se ponen a venta 23 años después de la subasta “Las joyas de la duquesa de Windsor”, colección de alhajas de un solo propietario más cara jamás vendida al recaudar 50 millones de dólares.
