NUEVA YORK, Estados Unidos. (DPA).- Unos misteriosos documentos sobre el número dos de Adolf Hitler, Rudolf Hess, se subastarán la próxima semana en Nueva York: se trata de 14 protocolos, copias y cartas que los historiadores consideran que podrían arrojar luz sobre el enigmático líder nazi que voló a Escocia en plena guerra.
Los documentos incluyen al parecer un borrador de un acuerdo de paz que se cree que Hess quiso presentar a los británicos en 1941.
La casa de subastas Alexander Historial Auctions espera recaudar 300 mil dólares por las actas que llevan un sello con las iniciales "RH". Parte de los documentos han sido publicados, pero otra parte sigue siendo desconocida y explosiva, asegura la casa de subastas.
Lo más interesante sería ese supuesto plan de paz que Hess llevaba en su equipaje cuando saltó en paracaídas sobre Escocia en 1941 y que propondría una división: los nazis querían Europa para ellos y a cambio dejarían a los británicos mantener su imperio en el resto del mundo, con la excepción de las colonias perdidas por Alemania en la Primera Guerra Mundial, que Berlín quería volver a controlar.
Según los expertos, las actas podrían ser originales, a pesar de su trasfondo digno de ficción.
El asesor de Hitler voló en mayo de 1941 a Reino Unido para negociar una paz bilateral con ese país, poco antes de la caída alemana ante las tropas soviéticas. Pero Londres se mantuvo fiel a la coalición aliada y en lugar de negociar encerró a Hess.
En 1987, se suicidó a los 93 años, después de más de dos décadas de ser el único preso en una cárcel para criminales de guerra en Berlin-Spandau.
Pocos años después un historiador recibió una llamada anónima con la indicación de que al día siguiente acudiera a un lugar específico y allí encontró los documentos con un sello de "Most Secret" (alto secreto), lo que hace sospechar que la fuente era británica.
Pero Londres no denunció pérdida alguna, sino que mostró su completo desconocimiento sobre las actas, por lo que la fuente ha seguido siendo un enigma hasta la actualidad. Incluso se habló de la posibilidad de que fuera el antiguo jefe del servicio secreto británico MI6 Sir Maurice Oldfiel.
Pese a las dudas sobre su autenticidad, la casa de subastas asegura que son documentos originales, y también el archivo de Coblenza confía en esa posibilidad.
Expertos estudiaron el material y llegaron a la conclusión de que la caligrafía coincide en la cabecera de la carta y en la forma idéntica de escritura de algunas mayúsculas, aunque no pueden dar la luz verde definitiva, pues no se han llevado a cabo pruebas en profundidad del papel o de la tinta.