La asociación de intercambio de parejas swingers de Argentina denunció que es discriminada, al cabo de ocho años de gestiones para obtener su personalidad jurídica, que se le niega porque su finalidad “lesiona la moral y las buenas costumbres”.
“Han cajoneado el expediente. Lo han dejado en vía muerta”, aseguró el presidente de la Asociación Argentina de Swingers Daniel Bracamonte, quien cifró en 100 mil las parejas que en este país practican el intercambio de parejas.
La asociación comenzó las gestiones en 2002 con la presentación de un estatuto constitutivo, cuyos objetivos son “la promoción del estilo de vida swinger, entendido este como propuesta alternativa en materia sexual y cultural en la estructura matrimonial y de parejas”, además de “la difusión de la filosofía swinger por medio de revistas y páginas web”.
Pero la Inspección General de Justicia, organismo encargado de conceder personalidad jurídica, rechazó el expediente por considerar que las actividades de la asociación “violan la moral y las buenas costumbres”.