Dentro de la rutina médica de un embarazo, o control prenatal, hoy día los médicos ofrecen a todas sus pacientes las pruebas de tamizaje de síndrome de Down.
“Toda población sana necesita descartar quién pueda tener riesgo de síndrome de Down, para eso se hacen, primero, dos pruebas que no afectan en nada ni al feto ni a la madre”, dice el ginecólogo obstetra Jorge Castillo.
Y es que no importa si la madre tiene 20 ó 50 años, todos los seres humanos por igual pueden presentar alguna alteración cromosómica, sin embargo, hay un riesgo que aumenta en función de la edad, pero eso no significa que las demás pacientes –las más jóvenes– no se lo deban hacer, explica Castillo.
Los parámetros usados en Panamá son los recomendados por el Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia de Estados Unidos, y consiste en tres pruebas, pero se llega hasta la última solo si es necesario, es decir, si los resultados de los dos primeros presentan alguna alteración visible.

