El agua salada, el barro y las algas poseen propiedades curativas para restaurar el metabolismo del hombre a través del método terapéutico de la talasoterapia.
Su significado etimológico viene del griego Thalasso (mar) y Therapeia (tratamiento o cura). Fue en la Época Romana cuando tuvo su auge.
La talasoterapia consiste en dotar al cuerpo de bondades extraídas del medio marino con “materia en descomposición”, siendo esta “el estado más simple en que se encuentran los aminoácidos y minerales”, explica el naturista Roy Miranda.
“Minerales como el yodo, el potasio, el cinc o el sodio, presentes en el mar, penetran en el cuerpo a través de la piel, en un proceso denominado ósmosis”, señala un reportaje de la revista Psicología Práctica.
Y sus bondades fueron recomendadas incluso por Hipócrates, el padre de la Medicina. Decía que el agua podía usarse como terapia contra algunas dolencias.
Según el artículo de la revista Psicología Práctica, “la composición del agua es similar a la del plasma sanguíneo, lo que la convierte en una medicina para el organismo”.
Además, la terapia con agua de mar es “una forma natural” que ayuda a mejorar el sistema circulatorio y músculo-esquelético, menciona el naturista Héctor Mejía. Agrega que, “solo el hecho de ir a playa induce a la relajación del sistema nervioso”, por ejemplo.
Miranda dice que la talasoterapia es ideal para rehabilitar el organismo, mejorar la artritis, el reumatismo, la obstrucción de los poros y la piel maltratada por los químicos.
Un reporte de la web altonivel.com.mx, además, explica que esta terapia marina provoca sudoración y, en consecuencia, favorece la eliminación de toxinas.
