La consulta de esta semana es sobre la palabra “chamba” y su legitimidad en la lengua y en el uso panameño.
Nuestra respuesta:
La palabra “chamba”, el verbo “chambear” y otras a las que aquí haremos referencia para referirnos al trabajo pertenecen a la modalidad de la lengua coloquial, es decir, que su uso se restringe a estos ámbitos, lo mismo que al regional, por lo que su uso, aunque no es censurable desde ningún punto de vista, tampoco es aconsejable en situaciones en las que la lengua estándar deba ser empleada.
El Diccionario de la Academia registra el sustantivo “chamba” de origen portugués y con el significado de “Empleo, trabajo”, definición sinonímica. Dice el Diccionario que dicha palabra es empleada en Centroamérica, Ecuador y México. Juan Carlos López Natividad, en su Diccionario de México, vincula el origen de “chamba” a una deformación del inglés “chamber”.
El diminutivo “chambita” tiene un sentido estilístico/afectivo que el hablante emplea con la intención de comunicar que es un empleo que no cubre las expectativas o las necesidades económicas. También aparece el verbo “chambear”, definido como “Trabajar, tener una chamba”. Aunque aún no aparece la marca de Panamá, es, desde hace ya buen tiempo, un verbo común en el habla coloquial de nuestro país.
En el habla coloquial (y con carácter informal siempre), en nuestro país se registra el uso del sustantivo “hueso” con el sentido de trabajo (ocupación retribuida). Por ello no son raras expresiones populares como “Cuidar el hueso”, refiriéndose a la necesidad de preservar o conservar el empleo, y “buscarse un hueso”. Paradójicamente, “huesear” es un verbo que significa todo lo contrario de “trabajar”. Se emplea para indicar que se pierde el tiempo, que se holgazanea. Es común en la lengua informal el empleo del gerundio “hueseando”.
La palabra “camarón” se emplea en Panamá (también en Costa Rica y en Nicaragua”) para indicar que se trata de un “trabajo eventual y de poca remuneración”. También aparece el verbo camaronear (y de allí el gerundio “camaroneando”) con el sentido de “remediarse con trabajos ocasionales, a falta de trabajo regular”. El “camarón” como trabajo eventual coexiste hoy, en algunos casos, con el trabajo regular al que alude la definición de “camaronear”. La expresión “salirle a alguien un camarón” también se registra en el uso panameño.
La Academia dice: Es admisible el uso de los términos coloquiales de carácter local o regional para referirse al trabajo. Como toda situación comunicativa o léxica, su uso dependerá del contexto lingüístico.
