Valeria Ovando procede de una familia de cantores. Cuenta que sus abuelos tocaban la guitarra y cantaban como lo más normal. Es de rigor que todos los miembros de su familia toquen algún instrumento, y por ende, en cada reunión siempre hay espacio para el baile y la interpretación.
Ese fue el inicio de su camino artístico. Un sendero que incluye ser cantante y actriz. Ahora decidió mudarse a la Argentina. Antes de marchar al sur ofrecerá un recital, como un acto de despedida de Panamá.
El evento será este, sábado 2 de julio, a las 8:00 p.m., en el Estudio Multiuso del Grupo Experimental de Cine (GECU), ubicado detrás del complejo hospitalario de la Caja de Seguro Social de Transístmica. La entrada tiene un precio de 10 dólares.
La acompañarán en tarima Esteban Goddard, Luis Díaz, Emerson, Lizi Rodríguez, Teresa Toro, entre otros invitados. El repertorio estará conformado por aquellas “canciones que me gustan y que he cantado a lo largo de mi vida. Nada pretencioso, íntimo, cálido, alegre, y sobre todo, de mucha hermandad”.
ANDARES
Valeria Ovando ha vivido en Chile, México, Panamá y “he viajado a otros más donde he tenido la oportunidad y el placer de llevar el canto, la música, la palabra. He visto los rostros lindos de la gente conmoverse con las canciones que interpreto en diferentes partes del mundo y Argentina es como se diría en buen panameño, mi ‘coco’, grandes compositores e intérpretes viven ahí, crecí con algunas melodías. Una debe arriesgar para construir, y quiero seguir creciendo, me lo debo”.
Al istmo le gusta llamarle la “bella Panamá, porque es una mezcla, en su mayoría, de lindas sensaciones, su verde, su clima, su gente. Nos falta crecer, sacar a pasear más el instinto, atrevernos a hacer más cosas, y no digo que no estén sucediendo cosas, pero son tan aisladas que a veces no tocan a quienes deberían”.
“Panamá es más que una bandera, bien lo dice Rubén Blades: ‘Patria son tantas cosas bellas’. No puedo hablar como nacional y no como artista o viceversa, ambas relacionadas, lo que piensa la artista es lo que piensa la ciudadana”.
Rememora que el ambiente musical cuando comenzó en Panamá era distinto al de ahora.
“Antes había más lugares apostando a tener música en vivo: bares, restaurantes. Hoy los casinos son, en su mayoría, los lugares de trabajo de la mayoría de los músicos. Es un indicativo de que algo no se está haciendo bien. Hoy cuesta mucho llevar a la gente tu propuesta musical. Estamos invadidos por tantos géneros musicales que nos venden en la radio, que no hay espacio para ofrecer lo que llevas en los bolsillos, sencillo, sensible, íntimo. Ojalá que esto cambie, pero para ser realista, sin ser fatalista, nos demorará un tiempo a que le caiga el cuara a la rocola”.
INICIOS
Nació en Chile, pero la situación política y económica de la época dictatorial “obligaron a la familia a emigrar a México, donde se establecieron por unos años”. A los 11 años formó parte del grupo infantil Din Din en México, que “por entonces también integraban la actriz y cantante Thalia y el roquero Paco Ayala, del grupo Molotov. Juntos nos presentamos en programas históricos de Televisiva como Alegrías de medio día, Siempre en domingo y Chiquilladas.
Ya en Panamá, no solo ingresa como cantante del Grupo Zafiro, sino que además decide ser intérprete de la denominada canción latinoamericana, lo que la lleva a participar como solista en festivales internacionales. Es integrante del Grupo Tuira, que dirige el cantautor Rómulo Castro, con el que ha grabado cuatro producciones y se ha presentado en distintas ciudades de España, Norte, Centro y Sudamérica.
Ha participado en los coros de Osvaldo Ayala, Micky Taveras y Rubén Blades. Como actriz estuvo en Maestra vida, los Monólogos de la vagina; Te amo, eres perfecto, pero cambia; Mentiras; Roberto Durán, un Ko Musical y 4 Estrellas, una constelación.
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