El Año del Perro promete. Sobre todo después del del Gallo, que no sólo trajo la gripe aviar a muchas partes de China y hasta a Europa, sino que se consideraba el "año de las viudas", en el que era mejor no casarse.
De acuerdo con el calendario lunar, más de mil millones de chinos celebrarán en la noche del sábado la llegada del Año del Perro.
Ya será posible casarse, por lo que los estudios especializados en fotos de bodas y salas de banquetes están reservados para los próximos meses. Los adivinos predicen que habrá paz y armonía, tras las turbulencias políticas.
Con motivo de la fiesta, los perros serán mimados por sus dueños y recibirán golosinas y regalos. Este es además un Año del Perro particular, porque se encuentra bajo el elemento del fuego, que simboliza el calor, la luz y la apertura. La última vez en que se reunieron estas condiciones fue en 1946. Después de la Segunda Guerra Mundial, se trató de un año de renacimiento, el primero de paz.

