En lugar de armar una melodía que rime, el colombiano Jorge Villamizar, ex integrante del grupo Bacilos, usa su guitarra como un pararrayos.
“Es como si agarrara una varilla de acero y me pusiera bajo una tormenta. Yo más o menos sé dónde están las tormentas; no sé cuándo va a pegar un rayo, pero a veces percibo esas tormentas, y cuando tomo la guitarra, esta funciona como un pararrayos. Me quedo días enteros esperando a recibir esas señales. Cuando vienen me dan una melodía y una letra; es un fraseo, son palabras que tienen una forma musical”, expresa el ahora solista.
El cantautor no se considera la persona más poética ni la más musical, pero afirma no permitirse entregarle al público cosas forzadas o falsas. “Eso no lo hago”, dice.
Contemplando las listas de popularidad musical, cree que la gente no es muy sensible a la letra de las canciones y que lo único que quieren oír son “palabras familiares que rimen, como amor, dolor, adiós... ¡Yo no sé, ni siquiera soy tan rimador!”, confiesa.
Villamizar, quien formaba parte del grupo Bacilos del género tropi-pop, se ha “atrevido a contar algo” en su primera producción como solista, un disco homónimo conformado por 11 canciones “íntimas y demasiado personales”.
“No sabía si las iba a meter o no”, expresa el colombiano.
Pequeños romances es una de esas, en la que habla de un “tonto sentimental”; sin embargo, el artista se considera a sí mismo “complicado” y “temperamental”.
“Estoy más viejo”, dice el cantante. Ahora, con 37 años, comenta que la temática de este material envuelve situaciones “más maduras, a pesar de que soy un tipo enredado; no soy muy versado en relaciones humanas, pero sí he vivido bastante y escribo sobre eso”, recalca.
