“Tengo una primicia, en la elección de hoy Panamá no está como finalista, tres nada más”, dijo el presentador de Latin American Idol, Ramón Monchi Balestra, antes de anunciar a los tres últimos intérpretes que pasaron el jueves en la noche a la final del concurso que se transmitirá el 13 de agosto desde Buenos Aires, Argentina.
Balestra hacía alusión a que en el primer y segundo work-shop del reality show había uno y dos semifinalistas panameños, respectivamente, los cuales lograron clasificar con el mayor número de llamadas en las tres temporadas del certamen.
Manuel Araúz, Margarita Henríquez y Anne Lorain Lanier son los aspirantes panameños al título de “ídolo continental”. Hasta el momento Panamá es el país que tiene más representantes en el concurso.
Posteriormente se encuentra Perú, que tiene a Sandra Muente y Nicole Pillman, luego está México que tiene a Jesús Pardo y a José Manuel Espinoza, quien también se presenta como nicaragüense.
Luego está la costarricense María José Castillo y el argentino Manuel Salas. El trío panameño se ha impuesto a los representantes de naciones como Argentina, México, Venezuela, Colombia y Chile.
Lanier, Henríquez y Araúz cantaron al comienzo del último workshop junto a Pardo, Espinoza y Muente el tema Ni tú ni nadie, que ha sido interpretado anteriormente por Alaska y Moenia. Ni Gustavo Sánchez ni Jon Secada ni Mimi criticaron la presentación de los seis finalistas elegidos en las dos semanas anteriores.
FRÍO ARGENTINO
Durante su estancia en Argentina, Araúz, Lanier y Henríquez se han visto obligados a lidiar con las bajas temperaturas del país. “¡Uf!, el frío está durísimo, lo que me ha provocado algo de gripe, pero ya estoy mejor”, dice Araúz, quien junto a Henríquez y Lanier se comunicaron con La Prensa, vía telefónica desde suelo argentino.
Henríquez indica que acaba de superar un fuerte malestar que le causó el cambio de clima, mientras que Lanier indica que ha tomado muchos cuidados para no resfriarse.
Lanier agrega que ve la crítica que le hizo Gustavo Sánchez como una recomendación que le ayudará a crecer y a ser más profesional. Araúz, por su parte, cuenta, entre risas, que no ha vuelto a usar los zapatos que le criticó Mimi. “No creo que me los ponga más, tal vez los regale”.
En tanto, Henríquez señala que además de sus familiares, lo que más falta le hace es la comida panameña. “Acá la comida es rica, hay mucha carne, pero extraño el arroz con pollo y el arroz con guandú... me hace falta la sazón panameña. Hemos intentado hacer arroz, pero no queda igual”, confiesa.

