El tercer disco de la agrupación inglesa Coldplay, X&Y (2005), ha recibido malas críticas. La banda debutó en 1998 con Parachutes, y en el 2002 lanzó A rush of blood to the head .
Tanto el diario The New York times, como la prestigiosa revista Mojo, describieron el trabajo como "hecho con piloto automático" y "plagado de clichés". La página web de referencia del indie, www.pitchforkmedia.com da el último puntapié con la frase: "Tan fácilmente escuchable como poco memorable".
X&Y es un título que "juega con la dualidad y que se presta a varias interpretaciones, a las dos caras que hay en cualquier cosa, ya que todo puede ser complicado y sencillo, triste y feliz, blando y negro, hombre y mujer", dice el vocalista Chris Martin.
Con este disco la banda consolida su posición en el mercado, pero también abre las dudas sobre su capacidad para evolucionar.
La única novedad realmente apreciable ha sido un riff de Kraftwerk para construir el sencillo A message, pero en general, ofrecen menos de lo mismo. Claro que la voz de Chris Martin, tan sólida como vulnerable, parece un seguro de vida. Las canciones de Coldplay tienen algo reconfortante, justo lo que buscan muchos oyentes.
