José Domingo de Obaldía fue presidente de nuestra República en dos ocasiones: en la primera vez, en su calidad de “Primer Designado” y por licencia que se le concedió a Manuel Amador Guerrero, el titular, y desde el 24 de junio de 1907 hasta el 28 de diciembre del mismo año.
Con posterioridad, desde el 1 de octubre de 1908 y hasta el 1 de marzo de 1910, ocupa nuevamente el sillón presidencial por haber resultado vencedor en las elecciones populares. Sin embargo, no pudo finalizar los cuatro años de su gestión debido a que falleció el 1 de marzo de 1910 con 65 años, a consecuencia de lo que fue diagnosticado como un ataque al corazón. Acordémonos que los diagnósticos médicos no eran muy exactos en aquella época por falta de medios para comprobarlos.
De Obaldía fue nuestro primer mandatario elegido por la elección popular, aun cuando fue indirecta. Además, esas elecciones fueron supervisadas por los Estados Unidos, de acuerdo al artículo 136 de nuestra Constitución vigente para entonces.
El poder le fue concedido a de Obaldía en última instancia por electores nacionales. Sus designados lo fueron José Agustín Arango, Carlos A. Mendoza, Federico Boyd y Rodolfo Chiari, según aparece en una lista que no comprendemos por el número de ellos. Esperamos vuestras explicaciones, estimados lectores, en este caso.
Al iniciar su mandato, de Obaldía contaba con 63 años. El nombre José, solo o acompañado, ha sido el más común entre los que han ocupado nuestra más alta posición en el Gobierno.
De Obaldía se casó dos veces: sus dos esposas fueron hermanas y de apellido Jované. La primera, Manuela, murió, y entonces se casó con Josefa, su hermana.
Él había nacido en David, Chiriquí, el 30 de enero de 1865, hizo sus estudios primarios y secundarios aquí en su país. Más tarde sus padres lo enviaron a Estados Unidos, en donde se graduó en Administración Pública y en Negocios.
De Obaldía fue hombre bien plantado y de apariencia física llamativa. Para completar, era poseedor de grandes extensiones de tierra y enormes cantidades de ganado. Se le atribuyen algunas románticas aventuras, pero no nos metamos en camisas de once varas.
Él fue también Gobernador de Panamá (el último) antes de nuestra separación de Colombia. Por ello, fue apresado por el nuevo Gobierno panameño. Pero - ¡qué tiempos aquellos!-, el presidente Manuel Amador Guerrero le ofreció su casa como cárcel.
El padre de nuestro personaje de hoy, también llamado José (solo) de Obaldía, había sido vicepresidente y después presidente de Colombia.
El 7 de octubre de 1908 se inauguró nuestro Teatro Nacional con la toma de posesión de de Obaldía. Para terminar este esbozo biográfico, él fue uno de los cinco mandatarios nuestros que falleció durante el desempeño de su cargo.
FUENTES
Textos: Harry Castro Stanziola
Fotografías: Ricardo López Arias
Comentarios: vivir@prensa.com
