No es lo mismo agua salada que agua ácida. Con la acidez, como resultado de la absorción de dióxido de carbono (CO2) en el agua desde la atmósfera, los océanos comienzan a enfrentar un desafío que compromete su ecosistema y biodiversidad.
El agua oceánica ha funcionado cíclicamente como regulador del ambiente, absorbiendo en conjunto con los bosques el CO2 producido en la Tierra. Sin embargo, la contaminación y un agresivo cambio climático producidos por la acción humana han ejercido mayor presión sobre el medio acuático.
Alexis Peña
Biólogo ambiental de la ARAP.
El agua oceánica recibe diariamente 30 millones de toneladas de CO2, según estimaciones científicas, y esto provoca una reacción química con resultados negativos.
Una interacción entre los componentes del C02 con el medio líquido (Ver gráfica), conlleva al empleo de mayor cantidad de carbonato de calcio. La continua sustracción de carbonato de calcio en la reacción química crea un déficit en el acceso del componente a organismos que dependen de él para formar sus corazas en la fauna marina, y en el fortalecimiento de su estructura en los corales.
El recrudecimiento de las reacciones químicas bajo el agua que dan por resultado la acidificación comenzó a registrarse en la década de 1970 con la Revolución Industrial, explica el biólogo ambiental Alexis Peña, de la Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP).
La acidez ocurre cuando el pH (coeficiente que indica el grado de acidez) de un medio disminuye. El pH neutro del agua de mar era en promedio de 8.2 para la década de 1970. En la actualidad ha descendido a 8.1, convirtiéndose así en un medio más ácido que hace 46 años.
Peña asegura que de seguir el mismo ritmo de contaminación que irremediablemente sube a la atmósfera como hasta ahora, para el año 2100 el pH promedio del agua marina se situará drásticamente en 7.9.
“Siempre se decía que los océanos eran como una esponja; pues esa esponja está saturada”, advierte el especialista sobre el daño ambiental que se ha producido.
Para limpiar la atmósfera y tratar de revertir el daño en los océanos, se necesitaría apagar todas las industrias por 30 años. “El pH neutro de mar volvería a su original 8.2”, indica el conocedor.
Sin embargo, medidas como la reforestación y la urgente conservación de los bosques ayudarían a los océanos a llevar a cabo su tarea con holgura.
Ban Ki-moon,
secretario general de las Naciones Unidas
CONSECUENCIAS
“La desaparición de especies con concha o caparazón producto de la acidificación de los mares es una amenaza que puede tornarse en realidad”, plantea Juan M. Posada, gerente de Ciencias de la Fundación Marviva Panamá.
Sin el carbonato de calcio, las especies con caparazón se vuelven más blandas. “Si las conchas de almejas son más débiles, los depredadores pueden comérselas con mayor facilidad”, pone como ejemplo Peña, sobre el desbalance que esto crea en el ecosistema marino.
La ruptura y debilitación de los corales es otro asunto sensible. Con la fragmentación de los corales se atentaría contra la barrera natural que impide la llegada del agua a tierra firme. “Los corales robustos ayudan a prevenir o disminuir la fuerza de los oleajes que llegan a nuestras costas”, recuerda el biólogo. Los arrecifes, a su vez, son el refugio de miles de organismos marinos de los que dependen otras especies para su alimentación.
Y en caso ulterior, las actividades comerciales realizadas por el hombre, como la pesca, se irían al traste.
Actividades en torno al Día Mundial de los Océanos
La Asamblea de las Naciones Unidas, para hacer un llamado a la comunidad internacional y concienciar sobre la consecución de mares sanos, estableció como Día Mundial de los Oceános cada 8 de junio a partir de 2009.
Como parte de su celebración en Panamá, se preparó un conversatorio interinstitucional para hoy, desde las 10:00 a.m., en la Casa Amarilla de la Presidencia de la República.
El tema “Basura marina y su impacto sobre la sustentabilidad de los mares en Panamá”, será el eje a tratar en esta actividad abierta a todo público organizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma). Marviva, en ese espacio, estrenará un documental acerca de cómo afecta a la fauna la pululación del plástico, y la agenda continúa el 12 de junio con la segunda caminata familiar promovida por la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá desde las 8: 00 a.m. en la cinta costera.
