La hipnosis, como técnica utilizada para producir un estado de relajación, tiene varias aplicaciones clínicas.
Para médicos anestesiólogos, dentistas y ortopedas, por ejemplo, tiene gran utilidad a manera de anestesia local sin necesidad de usar fármacos.
“En psicología clínica, la hipnosis es una de muchas técnicas que se pueden utilizar como parte del tratamiento de problemas psicológicos”, dijo el doctor Roberto Mainieri, psicólogo clínico.
En muchas ocasiones suele acelerar el proceso terapéutico y puede lograr resultados sorprendentes.
“Recuerdo un caso en que con una sesión una persona adulta superó el miedo a viajar en avión, pero este caso no constituye la regla”, advirtió Mainieri.
La hipnosis es utilizada por decisión del psicoterapeuta, como parte del tratamiento para depresión, adicciones, fobias, estrés postraumático, ataques de pánico, control de ira y otros trastornos psicológicos.
Los trastornos de personalidad suelen presentar más dificultad, requiriendo de tiempo -en ocasiones hasta un año- para lograr cambios significativos.
La forma en que el psicólogo clínico utilice la hipnosis dependerá del marco teórico a que se apegue. “En mi caso , el de la terapia cognitivo–conductual”, explicó el especialista.
Está dirigido a que las personas tengan otro tipo de entendimiento sobre sí mismos, los demás y la vida.
Dado que la hipnosis es parte del tratamiento, es difícil determinar cuánto incide en el progreso terapéutico completo.
Existen estudios diseñados para medir su efectividad, los cuales se ven dificultados por varios factores.
En el sitio cibernético web psicothema.com, Juan José Miguel-Tobal, de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, detalla estos aspectos: tipo de evaluación realizada sobre el comportamiento hipnótico, el empleo de sujetos experimentales voluntarios sanos versus pacientes, la tarea experimental o efectividad terapéutica, el contexto en el cual se realiza la aplicación de hipnosis y los objetivos que se pretenden conseguir con su aplicación.
