El árbol Panamá es más que una planta para el ornato que da mucha sombra. Todas sus partes son útiles, principalmente su semilla, especifica el botánico Camilo A. Cedeño.
Indica que además de ser un manjar para muchos animales, en La Chorrera utilizan sus frutos secos para hacer adornos, ya que una vez abiertos semejan una flor de cinco pétalos en forma de corazón.
También son utilizadas como forraje para el ganado porcino y como saborizante para el chocolate.
Su madera —que se comercializa muy poco— es considerada para la construcción rural de interiores [mobiliario] o para la fabricación de plywood liviano porque su durabilidad natural es baja y es propensa a presentar defectos de rajaduras o torceduras.
Sus flores en cambio, son usadas como descongestionantes o pulpa para papel.
Por su parte, el científico José Deago, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales apunta que el árbol Panamá está teniendo importante participación en los proyectos ecológicos que se están realizando cerca de playas porque crecen sin problemas en terrenos de arena salada.
COSECHA Y CRECIMIENTO
Menciona Deago que las semillas deben obtenerse una vez caen del árbol para los meses de enero y febrero. Deben sembrarse lo antes posible porque pasados los tres meses, puede que no sirvan para germinar.
Si se sembró en buena tierra quizás demore cinco años en brotar sus primeros frutos, pero si se planta en malos terrenos pueden pasar hasta 20 años sin que lo haga.
Puede llegar a medir más de 40 metros de alto y 2 metros de diámetro .
Además de Panamá, esta planta crece en los bosques húmedos y secos de México, Perú y Brasil.

