Suele medir hasta dos metros de envergadura; sus garras y pico intimidan a cualquier terrestre cuando la ve planear en busca de alimentos. Aunque el águila arpía es el depredador tope de su orden, está en peligro de desaparecer debido a la caza furtiva de su especie.
Por estar amenazada, el 10 de abril de 2002 se aprobó la Ley No.18 que protege y nombra al águila arpía como el ave nacional de Panamá.
Es llamada "el jaguar del dosel" del bosque, no tiene un depredador natural. Se alimenta principalmente de animales arbóreos que viven en las copas de los árboles, como los perezosos, varias especies de monos, conejos, zarigüeyas, puercoespines y varios tipos de aves, manteniendo un equilibrio en las poblaciones de esos animales, explica Saskia Santamaría, del programa Neotropical de Educación Ambiental del Fondo Peregrino Panamá.
Su nombre científico es Harpia harpyja, puede llegar a medir hasta 2.24 metros de envergadura. El águila macho mide hasta 0.96 metro y pesa hasta 14 libras; mientras que la hembra siempre es la de mayor tamaño y llega a medir hasta 1.8 metro y pesar hasta 18 libras.
Vea Rey del dosel del bosque
