El estremecedor sonido de la banda californiana de thrash metal Slayer puso a vibrar al público reunido en los 50 mil metros cuadrados del Getafe Open-Air (Madrid), en la primera jornada del Festival Sonisphere.
Con un concierto en el que destacó por un sonido portentoso, la banda californiana capitaneada por Tom Araya en voz y bajo, Jeff Hanneman y Kerry King, guitarras, y Dave Lombardo, batería, desató la energía contenida en las 20 mil almas roqueras reunidas en el concierto.
Slayer desplegó todo su heavy metal en canciones emblemáticas suyas como World painted blood, Jihad y War Ensemble.

