DUPLA. Rusell Crowe y Ridley Scott regresan, pero en otro género, con Un buen año (antes hicieron Gladiador), cinta que cuenta la historia de Max Skinner, un experto en inversiones que viaja hasta Italia para vender un pequeño viñedo que ha heredado de su tío fallecido.
Mientras finaliza el negocio, el ejecutivo recuerda sus días de niñez en el campo italiano y comienza a redescubrir lo que es importante en la vida. Esta es una comedia que no da risa, una película romántica donde el amor no se siente.
Estética y fotográficamente es hermosa pero la historia, que es lo que cuenta, no termina de encajar y se vuelve predecible. Aun así, el filme y la narración son agradables. Scott sabe su oficio y Crowe es un actor versátil.
Ridley es muy bueno creando ambientes y contando historias que tengan que ver con la tensión y crudeza de la metrópoli, con las cruzadas personales —épica al fin y al cabo—, sea del siglo que sea, pero aún no es capaz de interpretar los estados interiores o las crisis personales.
No espere encontrarse con el director de Alien o Blade Runner. Este es más bien uno que intenta, a su manera y como el personaje de la cinta, cambiar la dirección, pero sin impresionar.
FICHA TÉCNICA
TÍTULO: Un buen año (A good year)
GÉNERO: Comedia romántica
DIRECCIÓN: Ridley Scott
ELENCO: Russell Crowe, Albert Finney

