La propietaria del burdel Salon Patrice, en la ciudad bávara de Dachau, organizó una colecta navideña para una veintena de ancianos de un albergue de la región a los que la asistencia social había suprimido el pago del aguinaldo.
La dueña del prostíbulo se puso en marcha de manera espontánea al enterarse por la prensa local de que se había recortado los 35.50 dólares que esos ancianos habían percibido en años anteriores para sus extras navideños, afirma la edición digital del semanario De Spiegel.
Para ello, animó a sus trabajadoras y clientes a desembolsar un donativo destinado a los ancianos hasta recoger 680.50 dólares -es decir, unos 29.58 dólares para cada uno de los 23 residentes-.
Además del dinero en metálico, cada anciano recibió un regalo y una botella de vino.
Antes de su acción, la propietaria del burdel preguntó al responsable del albergue si sus perceptores pondrían algún reparo al regalo.
