Quienes amanecen en el área habilitada para acampar en el sendero de Los Quetzales probablemente tendrán la suerte de ver alguna de las aves de plumas rojas y verdes que dan nombre al camino.
Desde ese campamento se puede caminar durante unas tres horas para llegar a las instalaciones de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) en Bajo Mono, Boquete. Desde allí todo es en bajada, por carretera hasta llegar a la parada donde se puede tomar un taxi hasta Boquete o un bus para David, Chiriquí.
El mejor momento del año para intentar esta travesía es durante la temporada seca, esto es en los tres primeros meses del año. En tiempo de lluvia el camino es más irregular.
El sendero de Los Quetzales es una importante reserva de aves y plantas. Al menos 250 especies de aves se han contabilizado en el Parque Nacional Barú, donde se encuentra el sendero.
Aunque el sitio está habilitado en ciertas partes con escaleras y pasamanos, la caminata requiere bastante esfuerzo físico –la Anam advierte que tiene un alto grado de dificultad–, pero quienes la hacen suelen decir que el bello paisaje vale la pena. Los aventureros deben apertrecharse con botas livianas y altas, con buena tracción para evitar resbalar y también proteger los tobillos.
Quienes van con la intención de acampar, deben llevar gorro, suéter manga larga, abrigo y guantes. La temperatura oscila entre los 20 grados y menos 10 grados. Durante el día el clima es bastante agradable y el cuerpo se mantiene caliente al caminar.
Para visitar el parque llame a los números 775 3163 de la Anam o al 771 5383.
