FELICES. Los canguros wallaby que viven cerca de las plantaciones de opio, en Tasmania, saltan de alegría tras consumir la planta y destruyen los cultivos. Esta costumbre provoca grandes pérdidas a los dueños de los campos. Las empresas que cultivan la planta se quejan de que los canguros se comen su producto y caen presos de sus efectos. Tasmania produce el 50% del opio legal del planeta.
VíA RáPIDA
A los canguros de Tasmania les encanta el opio
26 jun 2009 - 05:00 AM