Treinta años han transcurrido desde que se izó la primera bandera en la cima del Cerro Ancón.
La fecha fue propicia para simbolizar que en ese territorio y los demás que se ubicaban en la ex Zona del Canal habían dejado de ser controlados por Estados Unidos, para pasar a manos panameñas con la firma de los tratados Torrijos-Carter, el 7 de septiembre de 1977.
Desde siempre, el cerro Ancón ha inspirado a los dueños de la imaginación. Como prueba de ello han quedado para la posteridad versos como Al cerro Ancón (1906), de la poeta Amelia Denis de Icaza.
Hoy, el cerro Ancón sigue siendo una musa para los artistas. Por eso, las bancas del sendero que conducen a la cima del mítico sitio tendrán nuevos vestuarios. Los sastres serán los pintores que le darán color mañana sábado 19 y el domingo 20, así como el sábado 26 y el domingo 27 de este mes, gracias a una iniciativa de SembrArte.
Este colectivo reúne a artistas “pro-activos”, ya que “proponemos, diseñamos, desarrollamos y ejecutamos diferentes tipos de proyectos, especialmente aquellos que tienen que ver con la integración del arte, el público, la educación, la ciudad y la naturaleza”, afirma el pintor Rolando De Sedas, uno de los fundadores del grupo que organiza este evento.
Más de 30 voluntarios llevarán sus pinturas y pinceles al cerro Ancón, y, como lienzos usarán las bancas que se encuentran en aquel sector.
