Si los niños que protagonizaron las películas de Harry Potter recibieran en la vida real tarjetas de calificaciones por los años en la escuela de brujería Hogwarts, tendrían 10 en conducta.
Iniciados como niños en la gran maquinaria de fantasía de Hollywood, Daniel Radcliffe, Emma Watson, Rupert Grint y sus jóvenes compañeros de elenco han vivido 11 años de fama —y las tentaciones que esta conlleva— sin asomo de los problemas que han descarrilado las carreras de niños actores como Lindsay Lohan.
Se han convertido en jóvenes adultos inteligentes, humildes, amables y profesionales, empeñados en equilibrar sus vidas privadas con carreras actorales productivas en lugar de arrojarse de cabeza al estilo de vida de las celebridades con sus fiestas hasta el amanecer.
Los actores y supervisores de la franquicia de Warner Bros. dicen que no fue magia lo que aseguró la buena conducta de los chicos. Fue la suerte de contar con niños de familias sólidas, así como brindarles cuidados de escuelas estrictas y un lugar de trabajo resguardado en las afueras de Londres.
“Es muy distinto en Inglaterra”, dijo Radcliffe, que tenía 11 años la primera vez que hizo el papel protagónico en Harry Potter y la piedra filosofal en 2001 y cumplirá 22 una semana después del estreno de la última película, Harry Potter y las reliquias de la muerte: 2da Parte, el 15 de julio.
“En Estados Unidos, te tratan primero como un actor y después como un chico. Aquí eres decididamente un chico en primer término y un actor después. En realidad, no te tratan como actor. Te tratan como un chico en un plató, que es como debe ser porque es lo que eres en ese momento. Nadie es actor a los 12 años”, dijo Radcliffe.
Con decenas de millones de fanáticos a quienes complacer y miles de millones de dólares en juego, la Warner no escatimó esfuerzos para proteger y formar a sus estrellas a lo largo de ocho películas y una década de trabajo arduo.
Se construyeron los platós con la Escuela Hogwarts de Brujería y otros sitios creados por la imaginación de K. Rowling en los Estudios Leavesden al noroeste de Londres, donde había un ambiente controlado en el que trabajar y a la vez ayudar en la formación de los jóvenes puestos a su cuidado.
“Ha sido como una burbuja, muy autosuficiente, y creo que nos rodea muy buena gente”, dijo Emma Watson, quien tenía 10 años cuando hizo por primera vez el papel de Hermione Granger y ahora tiene 21.

