La sede del Instituto Cervantes de Roma, en la céntrica plaza Navona, Italia, se convierte en una espectacular ventana al mundo para exhibir Panamá desde la perspectiva de seis artistas contemporáneos que analizan el contexto actual del país con un tono crítico y a la vez que divertido.
La exposición, titulada “Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”, aún a obras de distintas disciplinas artísticas, como videos, fotografías o escritos ensayísticos para reflejar, desde un punto de vista analítico y al mismo tiempo humorístico, la idiosincrasia panameña.
La selección de piezas de los artistas José Castrellón, Darién Montañez, Pilar Moreno, Jonathan Harker, Donna Conlon e Ismael Ortiz representa un camino de aproximación a Panamá, que sugiere distintas lecturas sobre las realidades sociopolíticas del país.
La exposición –que fue organizada por la Embajada de Panamá en Italia junto con el Instituto Cervantes de Roma– está comisionada por Ramón Zafrani y Johann Wolfschoon.
“Los artistas logran romper esquemas y prefigurar a Panamá desde varios ángulos, con una mirada crítica, pero divertida. Uno de los aspectos reflejados es la relación entre Panamá e Italia. Buscamos similitudes y diferencias entre ambos países”, señaló Zafrani a La Prensa.
En este sentido, el arquitecto panameño Darién Montañez propone un ensayo crítico ilustrado con fotografías, en el que se da cuenta de ese estilo arquitectónico presente en el entorno panameño que él bautizó como ‘feoclásico’ y que se repite en las periferias de las ciudades italianas. “En Panamá se tiende a la ostentación a través del uso de elementos arquitectónicos clásicos –como la columna o el capitel– sin el sentido original para el que fue ideado. Solo por decoración, porque simboliza el poder político, económico, judicial o eclesial”, explicó Montañez.
Con esta reflexión arquitectónica, el artista panameño –quien defiende que su análisis parte de un aprecio hacia ese ornamento abundante– trata de hacer que la academia panameña estudie este fenómeno, poniéndolo en contexto, sin obviarlo.
“Es monstruosa, pero a la vez forma parte del imaginario colectivo, porque se basa en la imitación. Me ha interesado traer este trabajo a la plaza Navona, porque estos arquitectos beben de la Roma imperial. Es una tendencia de democratización del diseño que refleja el gusto de panameños para que su casa parezca un palacio romano”, agregó.
El tono de la exposición lo pone el video realizado por Pilar Moreno, que a partir de una serie de datos, cifras y estadísticas recrea la complejidad de los elementos que ella aprecia como que conforman la identidad panameña.
“Traté de hacer, a partir de recortables animados en un video, una descripción de Panamá para alguien que nunca lo hubiera visitado. Encontré un listado de eventos importantes y los conté desde el humor, un instrumento que favorece la conexión y facilita la comunicación”, explicó Moreno.
La artista española, afincada hace 15 años en Panamá, aseguró que lo más importante para ella es que su narrativa audiovisual genere en el espectador nuevas inquietudes y curiosidades. “Lo que quiero es invitar a la reflexión”, acotó.
Los artistas Jonathan Harker y Donna Conlon exponen dos videos titulados “Bajo la alfombra” y “Manos invisibles”. El primero trata de representar la actitud de esconder rápidamente realidades o hechos del pasado, con el fin de evadir la responsabilidad de afrontarlos.
“Esta actitud forma parte de la idiosincrasia panameña. No nos gusta hablar de las cosas que han sucedido en Panamá, como la invasión de Estados Unidos o la dictadura de Noriega. No hay un trabajo de educación en la ciudadanía para hacer las paces con la memoria histórica –manifiesta el comisario Zafrani– y el público italiano podrá apreciarlo e interpretarlo dentro de su propio contexto”. El segundo video habla de la volatilidad simbólica del dinero y la perspicacia que pueda generar en la población.
Las fotografías de José Castrellón evidencian la periferia de Roma en confronto con la ex Zona del Canal de Panamá y preconizan los lugares no identificables. “Las zonas no céntricas de las ciudades tienen similitudes en cualquier lugar del mundo, porque son neutras. Castrellón juega un poco a que el espectador adivine cuál es Roma y cuál es Panamá”, resume Zafrani.
Ismael Ortiz es quizá el más abstracto de los seis. Usa un lenguaje poético para definir la situación de no equilibrio y riesgo de desmoronamiento que el desarrollo acelerado ha provocado en Panamá.
La obra invade los diferentes espacios de la exposición y se apoya de forma delicada en las esquinas de las paredes. “Ese es mi lugar, donde nadie quiere estar. Los palitos coloridos representan la fragilidad del ser humano”, explicó.
Este artista panameño usa desechos, escombros o piedras traídas de Panamá o halladas en Roma para crear su obra. “Yo recojo objetos de la calle y les doy una segunda oportunidad”, aseveró.
La exposición, que se inaugura hoy, es la primera en su especie de arte contemporáneo panameño en Roma y podrá visitarse hasta el próximo 24 de noviembre.
