Si el hombre utilizara su estructura muscular y ósea como corresponde, podría correr más de 60 kilómetros por hora (km/h), reveló un estudio publicado por la revista Applied Phisiology.
Con esa velocidad, cualquier atleta podría superar sin dificultades al jamaiquino Usain Bolt, considerado el hombre más veloz del mundo.
En los últimos Juegos Olímpicos de Beijing en 2008, Bolt quebró los récords mundiales de 100 y 200 metros planos, cronometrando 9.69 y 19.30 segundos, respectivamente. Pero ese tiempo significa que el veloz atleta, solamente, corrió a una velocidad de unos 45 kilómetros por hora.
La conclusión de que los récords de Bolt serían batibles fue formulada después de que científicos de la Universidad Metodista del Sur, en Dallas, analizaran todos los factores que limitan el desplazamiento de un ser humano en línea horizontal.
Estudios anteriores habían indicado que el principal obstáculo de ese desplazamiento son las extremidades inferiores que solo pueden soportar un máximo de presión cuando entran en contacto con el suelo.
Si se considera que los grandes velocistas pueden aplicar una gran fuerza sobre el piso en cada paso, “es fácil creer que lo hacen al límite de sus músculos”, indicó Peter Weyan, uno de los autores del estudio.
Sin embargo, en pruebas hechas sobre una correa sin fin, en la que los participantes corrieron de diversas formas y hasta para atrás, los científicos dijeron haber demostrado que, en realidad, la estructura muscular y la ósea pueden soportar hasta un 30% más de presión.
“Nuestras proyecciones indican que la contracción muscular podría permitir correr a velocidades de entre 56 y 64 kilómetros por hora y más rápido todavía”, indicaron los científicos en el estudio.

