El trasplante de células sanguíneas del cordón umbilical a niños aparentemente sanos puede prolongar considerablemente la vida de los que desarrollen la enfermedad de Krabbe, una dolencia hereditaria que se manifiesta en la infancia.
Según una investigación publicada en la revista New England Journal of Medicine, uno de cada 100 mil recién nacidos sufre la enfermedad de Krabbe, provocada por la deficiencia de mielina, una sustancia que protege las células nerviosas.
Para realizar el estudio, 25 niños recibieron trasplante de células del cordón umbilical, de los cuales once no habían presentado síntomas de la enfermedad aunque contaban con un historial familiar de riesgo, mientras que los restantes 14 ya la habían desarrollado.
Los niños recibieron células productoras de la sangre de su cordón umbilical. En el primer grupo, sobrevivieron todos los niños y del segundo, sólo seis se mantuvieron con vida. Los expertos llegaron a la conclusión de que este tipo de trasplante prolonga la vida de los menores y abre una vía para el tratamiento de esta dolencia.