Si alguna vez ha considerado que la inversión ambiental y el crecimiento económico son dos términos que no pueden llevarse de la mano, un informe reciente del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) acota lo contrario.
El informe Hacia una economía verde: Guía para el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza se hizo público el lunes y apunta a que si se lograra invertir el 2% del producto interno bruto (PIB) mundial en 10 sectores clave se haría un uso más eficiente de los recursos por medio de una economía verde con bajo uso de carbono. Este modelo, prevén, podría mantener e incluso superar el ritmo de crecimiento económico mundial.
Este 2% se acercaría a la suma de 1.3 billón de dólares que además podrían actuar como catalizador provocando un crecimiento en países en desarrollo donde los recursos naturales constituyen los bienes más valiosos.
El Pnuma describe una economía verde como “aquella que resulta en la mejora del bienestar del ser humano y la equidad social, al mismo tiempo que reduce significativamente los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas”.
