El común de la población tiene una opinión errada de lo que es una persona egocéntrica. La mayoría, según el psicólogo Adán Alberto Pineda, piensa que se trata de personas que se la pasan diciendo que "tienen y tienen" o que les gusta comprar o poseer cosas que no todo mundo puede tener para sentirse especiales, envidiados o simplemente únicos.
Otro pensamiento errado que existe, de acuerdo con el especialista, es que sólo una persona con cierto nivel adquisitivo puede ser un egocentrista, cuando en realidad, agrega, hasta la persona más pobre puede tener los síntomas.
Explica el doctor que el significado de egocentrismo va mucho más allá de las opiniones antes mencionadas y todo gira entorno a un sentimiento de omnipotencia.
Por esto, sentencia Pineda, la palabra preferida de este grupo social es: "yo"; fenómeno que en la rama de la psicología se conoce como: "El efecto yo, yo, yo, solo yo", en la cual la persona presenta una valoración de sí de forma desmedida.
Los síntomas de egocentrismo –que más se observan en los hombres– están claramente identificados por la psicología, menciona Pineda. La más común de todas es la inflación de la autoestima, que en realidad es un indicador de una frágil autoestima que los egocentristas tratan de compensar haciendo hasta lo imposible por conseguir la admiración de los demás. "Son extremadamente exhibicionistas, por eso tienden a eligir profesiones en la que puedan recibir gratificaciones públicas".
Esta conducta los lleva muchas veces a distorsionar la realidad, negando aquellos aspectos que cuestionan su importancia o perfección.
El sentimiento de grandeza los hace vivir continuamente preocupados por las fantasías de éxito, poder, belleza y amor ideal.
En tanto, el psiquiatra Rogelio Campos argumenta que estos personajes presentan características psiquiátricas más delicadas como la incapacidad de reconocer y experimentar lo que los demás sienten. Y la escasa manifestación de sentimientos afectivos hacia los que le rodean porque temen sentirse inferiores al expresarlos.
Comenta Campos que no son muy dados a asimilar las críticas, razón por la que pueden reaccionar agresivamente a ellas sin importar de quién vengan: pareja, familiares, compañeros de trabajo, etc.
"Son sumamente envidiosos. Y no se permiten recibir ayuda de alguien aunque la necesiten a gritos, creen tener derecho sobre los demás y sólo valoran a una persona si esta les representa algún beneficio. Al final, todo esto los hace ser seres infelices", sustenta Campos.
Por su parte, la psicóloga Cecilia Rodríguez opina que las personas que tienen contacto con un egocéntrico no solo debe tener en mente sus características negativas, también, debe estar conscientes de que ellos en el fondo son pesimistas y solitarios. Además, viven con un sentimiento de vacío personal y de tristeza que se acentúa cuando empiezan a sentirse rechazados por quienes los rodean.
Una manera de ayudarlos, indica Rodríguez, es haciéndolos ver sus errores, incentivándolos a respetar a quienes los rodean, aceptando que los demás tienen sus propias ideas, conocimientos y capacidades. Llamarles la atención cuando en una conversación interrumpen constantemente a las otras personas porque creen que lo que ellos tienen que decir es más importante.
Y recordarles "una y otra vez" que no importa qué tan bueno sean en determinada área, siempre se puede aprender algo nuevo.
