La Academia Panameña de la Lengua quiere opinar sobre dos expresiones empleadas en medios de comunicación social.
Una de ellas es la frase “tabla de salvamento”.
El hecho de que “salvamento” y “salvación” coinciden en la primera acepción, “Acción y efecto de salvar o salvarse” explica la confusión y la sustitución de un término por otro.
Sin embargo, la locución “tabla de salvación” debe entenderse, como toda locución, no como la suma de significados de cada uno de sus componentes, sino como un todo (independiente), con un sentido que no es, necesariamente, derivable de sus elementos constitutivos.
De modo, pues, que “tabla de salvación” no es literalmente una tabla ni tampoco “una tabla que sirve para salvar o salvarse”, sino, como dice el Diccionario: “último recurso para salir de un apuro”.
Y como ello es así, no es posible hacer permutaciones por sinónimos o palabras afines o por plurales, como no sería posible sustituir ni una sola palabra en la locución “Al pie de la letra” por al pie de la grafía o al pie del signo gráfico.
Por ello, la única forma posible sería emplear la expresión “tabla de salvación”, porque el uso no ha instituido “tabla de salvamento”, del mismo modo que es insustituible “salvamento” por “salvación” en la expresión “salvamento de voto”, figura jurídica utilizada en las decisiones de derecho, que permite apartarse de la decisión de la mayoría o manifestar un desacuerdo, mediante una sustentación fundamentada.
La otra expresión es “por el orden de” o “del orden de”.
El Diccionario Académico solo registra “del orden de” con el sentido de “Estimado aproximadamente en”.
En Panamá, en Venezuela y en Nicaragua, según datos del CREA (Corpus de referencia del español actual) se emplea, sin embargo, “por el orden de” con el sentido antes mencionado, sobre todo cuando se trata de cifras.
Ejemplo: “La feria comercial registró transacciones por el orden de los 81.4 millones de balboas”.
Es decir, que esta misma expresión, que usamos comúnmente como “por el orden de” puede ser sustituida por esta otra “del orden de”: “Tuvimos una ganancia neta por el orden de los 325 balboas”.
La Academia dice: Algunas expresiones no son sustituibles por otras porque el uso no las ha consagrado o porque la naturaleza o estructura de dichas expresiones hace improcedente dichos reemplazos.
