La “contrapción” la inventó Denis Papin, un físico francés, en 1679. Funciona de esta forma: la vianda se coloca dentro de la olla con una pequeña cantidad de agua.
Le sella la olla, que tiene borde y tapa equipados con sellos, empaques y otros dispositivos de seguridad que la mantienen hermética mientras se acumula la presión dentro de ella, a medida que aumenta la temperatura interna cónsonamente con el calor aplicado.
Cuando la presión alcanza el valor del barómetro designado, en algunos diseños se abre la válvula de seguridad, liberando el vapor y evitando mayor alza térmica.
En otros, el regulador de presión comienza a levitar sobre tu tobera, permitiendo la fuga del vapor, y la disminución de la temperatura.
La mayoría tiene una presión establecida para 15 libras por pulgada cuadrada (PSI), ya que es la presión relativa a la presión atmosférica al nivel del mar, donde el agua hierve a 122 °C (252 °F). La alta temperatura agiliza la cocción.
Por ejemplo, una tanda de papas medianas se puede cocinar en ocho minutos, las lentejas en 10 en vez de 45.
En cuanto a las carnes, se cocinan más rápido y se ponen bastante tiernas.

