El controvertido Gran Teatro Nacional de China debutó en la escena mundial con un programa inaugural que combina a la flor y nata de la ópera occidental con lo más sonado de la China.
Las orquestas sinfónicas de China y de Beijing fueron las encargadas, bajo la batuta de Chen Zuohuang y Tan Lihua, de dar esta noche el pistoletazo de salida a la temporada, que durará hasta el 6 de abril.
El "príncipe del piano chino", Li Yundi, tuvo a su cargo la contribución especial con el concierto para piano en G Mayor de Maurice Ravel.
El coste de las entradas de la noche de ayer fueron entre 24 y 144 dólares.
Las actuaciones más destacadas de la temporada se distribuyen entre el 31 de diciembre y el 1 de enero, con el director japonés Seiji Ozawa, el violinista ruso Vadim Repim, la soprano norteamericana Kathleen Battle y el pianista chino Lang Lang.
El día de Navidad se presentará será la orquesta del Teatro de la Ópera Mariinsky, de San Petersburgo.

