SORPRESA. Me escribe Jaime Dreyfus para preguntarme qué puede hacer para alejar las palomas domésticas de los aleros de su apartamento, en Calle F El Cangrejo. Y me envía la fotografía de un ave que no conoce y que también llega ahí. El asunto de las palomas y el aumento de sus poblaciones ameritan un tema aparte. Comparto aquí la grata sorpresa revelada por la fotografía. Se trata de un halcón peregrino (Falco peregrinus). Estas aves prefieren un hábitat más bien abierto y acantilados para anidar, pero desde hace un tiempo empezaron a colonizar espacios urbanos que -como a las palomas- les recuerdan su hábitat original. Mala leche la de las palomas que uno de sus peores depredadores tenga igual gusto.Cosmopolitas en su distribución, los peregrinos viven alimentándose casi exclusivamente de aves, que capturan al vuelo. Anidan entre marzo y mayo, dependiendo de cuán hacia el norte lo hagan. En Panamá no anidan y tienen estatus de migratorios.
Desde Boston el ornitólogo Alberto Palleroni me señala que el ave fotografiada por Jaime es una hembra de 2 ½ años, de la subespecie F., Peregrinus tundrius, que pasa en el ártico la mitad del año y anida arriba del circulo ártico… ¡Tremendo viajecito se hace hasta El Cangrejo! Y me cuenta también de John Cubit, antiguo científico del Smithsonian que vivía en un alto edificio de la ciudad de Panamá. Todos los años un peregrino macho que como polluelo había sido anillado en Ungava - al norte de Québec (Canadá) -, llegaba a la ventana de John. Y desde ahí cazaba y traía aves y murciélagos ¡incluyendo especies que nunca habían sido reportadas para Panamá! "Este visitante estuvo en las cornisas del edificio las últimas dos semanas y chilla como un rapaz. Lo he visto junto con otra, quizás su pareja", me dijo Jaime. Volvió a escribirme luego de saber de quién se trataba: "Regresó el peregrino, ¿sabes? Grabé su llamado de la internet y lo llevé a casa. A los 15 minutos estaba en la cornisa, gritando.
AMENAZADOS. En muchos países, las poblaciones de estas aves decayeron a mediados del siglo XX. ¿La razón?: el uso indiscriminado de pesticidas organoclorados como el DDT y el dieldrin. Por su posición en la cima de la cadena alimenticia, los peregrinos están más expuestos a la presencia de químicos en los cuerpos de sus presa. En aquella época las aves morían o al debilitarse cla cáscara de sus huevos no se reproducían con éxito. Prácticamente se paró la reproducción de peregrinos en el Este de EU. El control de los pesticidas y programas de reintroducción de las aves ayudaron a recuperar las poblaciones. Hoy, el uso de algunos químicos dañinos para los rapaces no se ha restringido en Centro y Sudamérica, adonde migran los peregrinos. Gracias Jaime y gracias peregrinos, que nos permiten reflexionar a partir de un evento de la naturaleza en la ciudad.
