La Ley 59 de 20 de octubre de 2009 declara el 17 de mayo como el Día Nacional del Reciclaje en Panamá. El artículo 2 establece que las entidades públicas, los municipios y juntas comunales deben promover esta celebración y hacer actividades alusivas a la fecha. Pero, ¿en cuántas de estas instituciones se practica el reciclaje?
El artículo 3 estipula que ese día, los medios de comunicación deben promover la cultura del reciclaje. Sin embargo –salvo algunas iniciativas de empresas, ciudadanos y agrupaciones– la población, en general, no tiene la opción de reciclar desde su casa, porque, aun si clasifica la basura, toda se va a un vertedero, ya que no existe una política nacional de reciclaje.
Desde hace al menos tres años, está “en evaluación” un Anteproyecto de Ley de Fomento del Mercado de Valorización de Residuos, que aún no se concretiza.
Tampoco hay en el país una norma específica para la gestión de residuos electrónicos, pese a que el auge de las nuevas tecnologías –que cada día se renuevan con mayor frecuencia– está contribuyendo a que aumente la cantidad de basura electrónica en los vertederos del mundo.
Aunque el e-waste solo representa entre 1% y 5% del total de la basura, genera alrededor de 70% de metales pesados, como el plomo, cadmio y mercurio.
Araceli Cerrud, de la Dirección de Protección de Calidad Ambiental de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), indica que la política nacional de gestión integral de residuos no peligrosos y peligrosos “establece los lineamientos fundamentales para la gestión integral de residuos no peligrosos de forma ambientalmente racional y sostenible”.
Agrega que se están desarrollando estudios y propuestas para formular normas para los residuos peligrosos, incluyendo los electrónicos.
“Ya se han recopilado los antecedentes técnicos, científicos, económicos, sociales, epidemiológicos, toxicológicos y normativos sobre esta problemática y se están haciendo estudios técnicos y científicos”.
El proyecto finaliza en julio y se espera “proponer planes de acción que incluyan un diagnóstico, alternativas de alma- cenamiento, tratamiento con las mejores tecnologías posibles y la disposición final”.
En enero arrancó otro proyecto piloto llamado “Basura Cero”, para el manejo de desechos sólidos en la ciudad capital (incluidos los electrónicos), coordinado por la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Ancon).
En él participan empresas, ONG, entidades de Gobierno y la Fundación Avina. Según Jeriskel Peña, coordinadora de proyectos educativos de Ancon, la meta es lograr un acuerdo para una norma aplicable en la ciudad antes de 2014.