Rosalía Arosemena A.rarosemena@prensa.comAlos 14 años Any Cal* tuvo su primera charla sobre sexo con su padre. El detonante fue la película Alien, la escena en donde el astronauta infectado se acuesta con una mujer a la que en minutos le crece el vientre para luego explotar dejando salir a un extraterrestre. "Eso es lo que te va a pasar si tienes relaciones fuera del matrimonio", gritó su papá.
Esta anécdota parecerá graciosa y exagerada pero suele repetirse, guardando las proporciones, en varias familias.
En Panamá hay una doble moral, indica la psicóloga Rosa Peña. Por un lado se incentiva a la mujer a conservarse intacta, mientras que a los hombres se les motiva a tener relaciones desde temprana edad y con varias parejas.
Así lo confirma Jubilier de León, un joven chitreano de 21 años que les confesó a sus padres que tuvo su primera relación a los 17 años.
"Mi mamá estaba preocupada porque no me conocía ninguna novia y al preguntarme si era homosexual, le conté", dice de León. "Ella reaccionó mal. Me reclamó que no le pidiera permiso antes de tener sexo y me dijo que yo no estaba preparado para eso".
La reacción de la mamá de Jubilier es natural, cuenta la gerente de programas sociales de Aplafa, Elsie Othón, quien maneja el taller "Yo papá, yo mamá" para aconsejar a los padres sobre cómo orientar a sus hijos antes y después de que inicien relaciones sexuales.
"El primer paso de los talleres es trabajar la actitud. Muchos padres llegan con la intención de que nosotros apoyemos sus ‘políticas prohibitivas’: Ya tuviste sexo, hiciste mal. No tengas más", explica Othón.
Esta negación es parte del "proceso de duelo" que atraviesan los padres al enterarse de la pérdida de virginidad de sus hijos, indica la directora del Centro de investigación y reproducción humana del Instituto Conmemorativo Gorgas, Eyra Ruiz.
"Los padres siempre vemos a los hijos como bebés a los que quisiéramos conservar dentro del seno familiar, por eso duele saber del inicio de su vida sexual; es una señal de que están creciendo", confiesa Biverly Grajales, una madre.
Vea Hijo, es hora de hablar
*El nombre fue cambiado.

