La mujer, casi siempre, es la protagonista. Ya sea en la cotidianidad, en las series de televisión, en las películas y en la literatura, se suele dirigir más la atención hacia lo que ellas piensan, sienten o desean.
Sin embargo, el hombre también es un objeto rico de ser analizado. Se ha escrito mucho más sobre la mujer, por lo que hoy día urge una revisión profunda de los fundamentos de la masculinidad, afirma el psicólogo clínico Samuel Pinzón Bonilla, quien recientemente publicó su libro Hombres. Psicoanálisis. Cine, en el que aborda sobre el significante de “hombre”, su rol como figura paterna y sus necesidades.
Hoy, 19 de noviembre, Día Internacional del Hombre, Pinzón Bonilla comenta que se observa “una tendencia a la baja en el desempeño total de los varones, véase a nivel de estudios y a nivel profesional donde pueden predominar las mujeres”, y se nota “un cierto sentido de derrota que deja la responsabilidad a la mujer, particularmente, en la crianza de los hijos”.
Según este psicólogo, fundador del Grupo de Estudio Psicoanalítico de Panamá y docente de la Universidad de Panamá y de la Universidad Santa María La Antigua, la mujer es "más interesante como paciente, ya que la mujer fantasea más, la mujer se atreve; en cambio, el hombre aparece siempre como hombre, siempre serio". En entrevista a este medio, Pinzón Bonilla comenta sobre su reciente obra y sobre lo que representa ser varón en esta sociedad.
¿Cuál es el mensaje central de su libro?
Consideramos que hay que rescatar la figura del hombre en nuestra sociedad y reubicarlo en su importante papel en la familia y en la comunidad. Enfatizamos la necesidad de que el hombre vuelva a sentirse seguro siendo padre y esposo, para que también disfrute del calor del hogar y de sus hijos.
¿Qué ideas analiza en su obra sobre ser hombre?
Podríamos señalar, en primer lugar, que el hombre es un ser que lucha día a día por mantener en alto su autoestima, la cual viene muy ligada a su virilidad. Es una lucha incesante, en la que no se puede claudicar.
El hombre, pues, siente, sufre y ama y las frustraciones que enfrenta en esta lucha continua puede llevarle a altos niveles de ansiedad, obsesión y depresión.
Otra idea importante es que en Panamá se calcula que solo un 20% de los hogares posee el padre y la madre originales. A pesar de lucir como una gran falta de responsabilidad por parte del varón, este es un motivo poderoso para su sufrimiento. Vivir sin sus hijos le causa mucho dolor, y el dolor no suele estar permitido al hombre en cuanto a expresarlo. Esta pena y otros sufrimientos ocultos constituyen motivos que coadyuvan a la muerte a edad más temprana que las mujeres.
¿Cómo estructura su libro?
En su primer capítulo se estudia científicamente, desde el punto de vista psicoanalítico, la psicosexualidad masculina. Intento aproximarme de manera directa y objetiva a temas que habitualmente se evaden.
El segundo capítulo presenta más de 50 viñetas sobre varones (niños, adolescentes y adultos) y sus vivencias en la relación con la figura paterna, así como una revisión bibliográfica de conceptos sobre la paternidad de reconocidos autores.
El tercer capítulo, que constituye la segunda parte y bien pudo haber sido otro libro, se nutre del poderoso instrumento didáctico, que es el cine, para estudiar a los hombres en su relación con el padre no biológico (ya sea abuelo, mentor, etc.) y con el hijo, con los hermanos varones, con los amigos, compañeros y en otras circunstancias con respecto a los enemigos, en sus diversos disfraces ante el mundo, en sus diferentes edades, en su dimensión masculina como tal y en la relación psicoanalítica. Como profesor universitario, y como psicólogo y psicoanalista, nos valemos con frecuencia de las películas, con toda la vitalidad y el interés que suscitan para garantizar el proceso enseñanza-aprendizaje. Varios de estos filmes han sido discutidos en cinedebates académicos.
¿En qué se diferencia el hombre de la mujer?
El hombre y la mujer guardan muchas similitudes. Conductualmente, no obstante, diferirán en diversos puntos. La diferencia esencial estriba en el aparato sexual de cada uno, pero otra vez ambos están hechos para complementarse. El hombre y la mujer sienten, piensan, aman y odian, y se desenvuelven en un amplio diapasón de conflictos, metas y creatividad.
Sin embargo, el hombre también es un objeto rico de ser analizado. Se ha escrito mucho más sobre la mujer, por lo que hoy día urge una revisión profunda de los fundamentos de la masculinidad, afirma el psicólogo clínico Samuel Pinzón Bonilla, quien recientemente publicó su libro Hombres. Psicoanálisis. Cine, en el que aborda sobre el significante de “hombre”, su rol como figura paterna y sus necesidades.
Hoy, 19 de noviembre, Día Internacional del Hombre, Pinzón Bonilla comenta que se observa “una tendencia a la baja en el desempeño total de los varones, véase a nivel de estudios y a nivel profesional donde pueden predominar las mujeres”, y se nota “un cierto sentido de derrota que deja la responsabilidad a la mujer, particularmente, en la crianza de los hijos”.
Según este psicólogo, fundador del Grupo de Estudio Psicoanalítico de Panamá y docente de la Universidad de Panamá y de la Universidad Santa María La Antigua, la mujer es "más interesante como paciente, ya que la mujer fantasea más, la mujer se atreve; en cambio, el hombre aparece siempre como hombre, siempre serio". En entrevista a este medio, Pinzón Bonilla comenta sobre su reciente obra y sobre lo que representa ser varón en esta sociedad.
¿Cuál es el mensaje central de su libro?
Consideramos que hay que rescatar la figura del hombre en nuestra sociedad y reubicarlo en su importante papel en la familia y en la comunidad. Enfatizamos la necesidad de que el hombre vuelva a sentirse seguro siendo padre y esposo, para que también disfrute del calor del hogar y de sus hijos.
¿Qué ideas analiza en su obra sobre ser hombre?
Podríamos señalar, en primer lugar, que el hombre es un ser que lucha día a día por mantener en alto su autoestima, la cual viene muy ligada a su virilidad. Es una lucha incesante, en la que no se puede claudicar.
El hombre, pues, siente, sufre y ama y las frustraciones que enfrenta en esta lucha continua puede llevarle a altos niveles de ansiedad, obsesión y depresión.
Otra idea importante es que en Panamá se calcula que solo un 20% de los hogares posee el padre y la madre originales. A pesar de lucir como una gran falta de responsabilidad por parte del varón, este es un motivo poderoso para su sufrimiento. Vivir sin sus hijos le causa mucho dolor, y el dolor no suele estar permitido al hombre en cuanto a expresarlo. Esta pena y otros sufrimientos ocultos constituyen motivos que coadyuvan a la muerte a edad más temprana que las mujeres.
¿Cómo estructura su libro?
En su primer capítulo se estudia científicamente, desde el punto de vista psicoanalítico, la psicosexualidad masculina. Intento aproximarme de manera directa y objetiva a temas que habitualmente se evaden.
El segundo capítulo presenta más de 50 viñetas sobre varones (niños, adolescentes y adultos) y sus vivencias en la relación con la figura paterna, así como una revisión bibliográfica de conceptos sobre la paternidad de reconocidos autores.
El tercer capítulo, que constituye la segunda parte y bien pudo haber sido otro libro, se nutre del poderoso instrumento didáctico, que es el cine, para estudiar a los hombres en su relación con el padre no biológico (ya sea abuelo, mentor, etc.) y con el hijo, con los hermanos varones, con los amigos, compañeros y en otras circunstancias con respecto a los enemigos, en sus diversos disfraces ante el mundo, en sus diferentes edades, en su dimensión masculina como tal y en la relación psicoanalítica. Como profesor universitario, y como psicólogo y psicoanalista, nos valemos con frecuencia de las películas, con toda la vitalidad y el interés que suscitan para garantizar el proceso enseñanza-aprendizaje. Varios de estos filmes han sido discutidos en cinedebates académicos.
¿En qué se diferencia el hombre de la mujer?
El hombre y la mujer guardan muchas similitudes. Conductualmente, no obstante, diferirán en diversos puntos. La diferencia esencial estriba en el aparato sexual de cada uno, pero otra vez ambos están hechos para complementarse. El hombre y la mujer sienten, piensan, aman y odian, y se desenvuelven en un amplio diapasón de conflictos, metas y creatividad.
