Imposible ponerse de acuerdo. Entre organizadores de eventos que se tardan dos horas en comenzar, y un público que recién se está vistiendo cuando debería estar entrando a la sala del teatro, existe una atracción turística mucho más llamativa que el Puente de Las Américas: la hora panameña.
La hora panameña es una ecuación proporcional que se calcula fácilmente. Sólo tome la hora convenida con otra persona y agréguele por lo menos 45 minutos de retraso, si es que tiene ganas de asistir al encuentro. Si no tiene ganas, agréguele una media hora más y tendrá un cálculo del horario en el que panameños y panameñas parecen manejarse.
Mucha gente se perdió la mitad del concierto de Santana y varios más pagaron casi 40 dólares para escuchar la última canción que tocó la banda White Stripes.
Evenpro, organizadora de ambos conciertos, anunció con anterioridad la hora en que se abrían las puertas y la hora en que el show comenzaba.
Dos horarios distintos, pero específicos. Parte del público se perdió el concierto porque simplemente llegó tarde.
No hubo derecho a reclamo. Según Alfredo Arias, director general de Evenpro, hoy por hoy existe un convenio que trata de establecer a priori en el contrato con los artistas, la puntualidad de sus presentaciones, debido a la mala reputación que este tipo de actividades se había creado respecto al horario en que comenzaban, muchas veces una o dos horas después de lo anunciado.
Por otra parte, la mayoría de las empresas que organiza eventos o encuentros protocolares, tienen en cuenta la hora panameña y programan el comienzo de la actividad una hora después, porque saben que los invitados nunca van a llegar puntuales.
En Stratego, empresa especializada en organización de eventos y comunicación corporativa, Norma Álvarez sabe que no puede empezar con la programación hasta que lleguen todos los invitados, que generalmente aparecen media hora después, como mínimo. Para que el evento sea exitoso necesitan concurrencia: "Si no los esperas, el evento puede que no funcione", y agrega: "La invitación dice a las 6:00, pero la gente entiende que a esa hora tiene que salir de su casa".
No se puede hacer mucho contra la impuntualidad panameña, pero cuando se trata de embajadores y funcionarios extranjeros, hay un protocolo que cumplir y por eso en Stratego, si es un evento de índole oficial, comienzan a la hora establecida, con un margen de atraso de 15 minutos, como mucho. "No nos queda otra", dicen en Stratego.
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