No es difícil encontrar aficionados a las letras que lean varios volúmenes simultáneamente. Este es el caso del editor de la revista Blank, Raúl Altamar, quien se entretiene con dos textos que parecen no conectarse: Men on men y Dangerous consequences, de Pamela Rochford.
Uno es una novela erótica-romántica. "Sumamente predecible, pero fascinantemente descriptiva", explica Altamar, quien no se considera un ávido lector de este tipo de literatura, a pesar de que le sigue el rastro a la editorial venezolana Letra Erecta.
Lo curioso de estos libros es ver las diferencias de cómo perciben el sexo los hombres y las mujeres, agrega.
Los autores masculinos son más visuales, más directos. Las mujeres describen más las situaciones, los detalles, las palabras. Pero lo que sí comparten es que "en el acto" entre los protagonistas siempre llegará primero el homólogo del autor, o sea, si es mujer la escritora, al clímax llegará primero la mujer.
No es Men on men, el título erótico, aunque su traducción al español, "Hombres sobre hombres", se preste para malas interpretaciones.
Este tomo es una especie de ensayo sobre igualdad de género que fue presentado en un Concilio internacional sobre el tema en 1995 por el gobierno de Suecia, quien lo elaboró.
"A través de anécdotas de otros hombres el libro te ayuda a sentirte realizado como tal manteniendo la equidad con las mujeres en el trabajo, el hogar y la religión", cuenta.
El libro simplemente le enseña a los hombres de esta época a manejarse mejor. Plantea que hay ciertas cosas que nunca cambian, como el matrimonio, y que hay otras que solo evolucionan. Por ejemplo, los nuevos padres no solo deben ser proveedores sino también educadores.
En resumen, Altamar está leyendo dos manuales, uno lo pondrá en práctica en público, y el otro, en privado.

