Corría el año 1938 cuando Álvaro Menéndez Franco, de solo cinco años, recibió un regalo de su madre que determinó su profundo amor por las letras y la cultura. Se trataba de una copia de la historia de Pinocchio, del autor italiano Carlo Collodi.
Desde entonces, Menéndez Franco, escritor y periodista, se describe a sí mismo como un “adicto a las letras” y ríe al explicar que no hay nada que escape a su atención: se detiene a leer desde los avisos jurídicos hasta los horóscopos.
Mulata de tal, del guatemalteco ganador del premio Nobel de literatura, Miguel Ángel Asturias Rosales, es el libro que captura la atención de Menéndez Franco en estos momentos. Lo describe como un libro que revela el “mito del pacto entre el hombre y el diablo”.
El 18 de Brumario de Luis Bonaparte, un ensayo escrito por el pensador y socialista alemán Karl Marx, es otro de los libros que Menéndez Franco está leyendo actualmente.
Para este escritor decir que podría señalar autores favoritos es casi como un insulto. “Hay demasiados escritores buenos en el mundo y todos pueden ser favoritos: hay que aplaudirlos porque requiere estudio, sacrificio y valor”, explica.
Estima que por falta de interés muchas grandes obras han pasado inadvertidas. Sin embargo, recalca el periodista, siempre es bueno leer autores de la talla de César Vallejo, Gabriela Mistral y Rogelio Sinán.
Sus recomendaciones: para los jóvenes, El Hombre Mediocre de José Ingenieros, un libro que inspira a pensar, y de poesía El Romancero Gitano de Federico García Lorca, aconseja.

