El licopeno es un pigmento vegetal perteneciente al grupo de carotenoides, que le da el color rojo al tomate y a otras frutas.
Según la nutricionista Fanny Cardoze, estudios de la Universidad Heinrich- Heine de Alemania han encontrado que el tomate hervido y con aceite de oliva ayuda a que el licopeno se pueda absorber en mayor proporción que el del tomate crudo.
¿Por qué el énfasis en este antioxidante? Varios estudios señalan que protege de la acción de los “radicales libres” que pueden causar cáncer. Incluso, se han desarrollado suplementos de licopeno. Pero, en los últimos años, ha habido controversia sobre este tema.
Algunas investigaciones han determinado que los hombres que comen tomates o productos de tomate corren un riesgo menor de desarrollar cáncer de próstata que aquellos que no lo incluyen en sus dietas, y han asociado ese beneficio al licopeno.
Por otro lado, una investigación liderada por el Dr. Howard Sesso, publicada en American Journal of Clinical Nutrition, apoya estudios anteriores que han encontrado que las mujeres con un mayor consumo de alimentos basados en tomate rico en licopeno, tienen un menor riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Sin embargo, los investigadores señalan que “estos hallazgos requieren confirmación y que se necesita comprender mejor cómo funcionan las concentraciones de licopeno en plasma”.
En julio de 2007, la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) publicó en el Journal of the National Cancer Institute una revisión de varios estudios que analizaban la relación entre el consumo de tomates y el licopeno con el cáncer.
Según el documento, “la FDA no encontró evidencia creíble que sustente una asociación entre la ingesta de licopeno y un menor riesgo de cáncer de próstata, colorrectal, pulmón, gástrico, de seno, ovario, endometrio o pancreático. La FDA tampoco halló evidencia de una asociación entre el consumo de tomate y un menor riesgo de cáncer pulmonar, colorrectal, de seno, cervical o endometrio”.
Y concluye que la evidencia que apoya una asociación entre el consumo de tomate y un menor riesgo de cáncer de próstata, ovario, gástrico y pancreático es muy limitada.
Mientras se continúan las investigaciones en busca de evidencia concluyente, lo que sí se sabe es que tanto los tomates como otras frutas y vegetales aportan vitaminas y minerales al organismo y ayudan a mantener un peso corporal adecuado.




