La vida de un Adolf Hitler de estética manga en la adaptación de Mein Kampf (Mi lucha) al popular formato de cómic japonés ha levantado estos días la polémica en la red y disparado, a la vez, las expectativas de ventas de la editorial.
Según dijo Kosuke Maruo, el editor de esta versión, “la intención es que un libro tan famoso como ese sea accesible y que la gente lo lea más fácilmente”, aunque matiza: “No queremos hacer apología de unas ideas que condujeron a una tragedia, sino que cada uno se forme una opinión”.
Maruo admitió que, cuando el diario Asahi hizo eco hace días del éxito de la adaptación del libro de Hitler, recibieron correos electrónicos pidiendo la retirada del manga, argumentando que no es bueno que se publique esa obra con el formato favorito de los niños.
Desde su publicación en noviembre, las ventas se dispararon en los primeros seis meses en el mercado y superan los 50 mil ejemplares, por encima de las previsiones iniciales de la editorial East Press.
A pesar de que su éxito es modesto comparado con otros mangas, la publicación de Waga Toso, como se titula en japonés Mein Kampf, ha reabierto el debate en internet y en los medios nipones sobre la legitimidad moral de publicar un libro que en su edición original ensalza ideas totalitarias y antisemitas. En la venta online de Japón, los internautas se muestran favorables a su publicación: “Es bueno conocer el hecho para no repetirlo”, mientras otro opina que “no lo habría leído si no fuera ilustrado”.

