Esta raza, al igual que otras pertenecientes al grupo de perros toy y compañía, es muy antigua, siendo usada en sus orígenes para combatir los roedores. Aunque hoy en día, es casi imposible imaginarla así, al verla cómodamente paseando en lujosos bolsos de mano por las famosas tiendas del mundo glamoroso.
Muchas pinturas de la época renacentista muestran ejemplares similares a los de hoy, junto a elegantes damas de la época, en donde tener un perro de estos era un detalle de alta sociedad.
A pesar de su nombre, que lo asocia a la isla de Malta, maltés proviene de una palabra de origen semita denominada malat, que significa refugio o puerto. Una de las características más llamativas de esta raza es su largo y lacio pelo blanco, que llega hasta el suelo en lo posible. Aunque se admiten algunas tonalidades de pálidos marfil, nunca deben dar el aspecto de manchas, de todas formas si esto existiera, no es deseable y es una imperfección al momento de ser evaluados.
Cabe resaltar, al igual que lo hemos hecho en otras razas toy, que los perros demasiado pequeños, a pesar de ser los más buscados, no son lo óptimo para su estándar. El peso ideal es de 3 kg.
La educación del maltés no es compleja por su lucidez, pero la manutención de su pelo no es sencilla, ya que necesita ser cepillado a conciencia y desde la raíz para que no se anude, además de mantener limpios sus ojos para que el blanco no se oxide, así como su barba luego de cada comida.

