Las mujeres son genéticamente más complicadas de lo que se creía, según un estudio sobre el cromosoma femenino X que publicó la revista científica británica Nature.
La investigación, hecha por un equipo de científicos liderado por la doctora Laura Carrel, del Colegio Estatal de Medicina de Pensilvania, concluye que muchos genes del cromosoma X que deberían apagarse siguen activos en las mujeres.
Los expertos, entre los que figuran miembros del Instituto Wellcome Trust Sanger de Cambridgeshire, explican que, con la excepción de los óvulos y los espermatozoides, cada célula del cuerpo humano contiene 46 cromosomas.
De esos cromosomas, formados por hilos de ADN en torno a los cuales se organizan los genes, 44 forman pares iguales en hombres y mujeres.
Sin embargo, los dos cromosomas restantes, que definen el sexo, se agrupan de manera diferente, de modo que las mujeres poseen dos cromosomas X, mientras los hombres tienen un X emparejado con el cromosoma masculino Y.
Según los científicos, uno de los cromosomas X suele quedar "silenciado" en cada célula de la mujer y el otro permanece activo, a fin de evitar una sobredosis de proteínas producidas por el cromosoma X.
Sin embargo, los especialistas han descubierto ahora que el cromosoma "silenciado" no se desactiva completamente.
Los científicos analizaron cromosomas X inactivos de unas 40 muestras genéticas y se dieron cuenta de que el 75% de sus genes permanecían siempre "en silencio", mientras un 15% había escapado a la desactivación. El 10% de los genes restantes eran inactivos en unos cromosomas pero no en otros.
"Nuestro estudio muestra que el cromosoma X inactivo en las mujeres no es tan silencioso como pensábamos", afirmó Carrel.
"Los efectos de esos genes del cromosoma X inactivo podrían explicar las diferencias entre hombres y mujeres que no son atribuibles a las hormonas sexuales", dijo.
