Si vivir plenamente de la música en general es difícil, hacerlo de la rama clásica lo es mucho más.
¿Las razones? La música clásica requiere de muchos estudios, preparación y ensayos, y no cuenta con apoyo a la hora de promover o dar a conocer los eventos, señala Issac Reyes, líder del grupo de cámara Vivace.
“Cuando se va a presentar un artista de reguetón o de rock se crea mucho revuelo, pero con lo clásico no ocurre lo mismo. Al músico le cuesta mucho trabajo conseguir el apoyo para las actividades”, recalca.
Sin embargo, el panorama ha mejorado en el caso de la Orquesta Sinfónica Nacional. Kevin Tiboche, oboista de la orquesta, dice que hace unos meses se les duplicó el salario a los integrantes. “Antes, 500 dólares era el salario mínimo. Ahora la cifra es de mil, y según la jerarquía hay integrantes que ganan más”, detalla.
Pero este incremento salarial no es suficiente, coinciden Jorge Ledezma, director de la Orquesta Sinfónica Nacional, y Samuel Robles, director de la Orquesta Juvenil Istmeña.
“Es fantástico que se haya dado el aumento, pero debería ser más”, indica Robles. Añade que sabe de muchos casos de músicos orquestales que tienen que complementar su sustento ejerciendo otros trabajos relacionados con la música como docencia o tocar en grupos de música popular.
“No es que eso sea negativo, es solo que a la larga provoca un desgaste y consecuentemente no podrán estar óptimos a la hora de los ensayos”.
No obstante, Ledezma sostiene que más que por necesidad económica, los integrantes de la orquesta que también se dedican a la docencia, lo hacen porque son los más idóneos.
La violinista Graciela Núñez, por ejemplo, toca en los conciertos con la Orquesta Sinfónica Nacional, es profesora en la Universidad de Panamá y también es contratada para hacer grabaciones, dar asesorías musicales y para presentaciones privadas. “No tengo que recurrir a más nada. Vivo 100% de esto”, asegura.
Para Tiboche, “el que se piense que el músico orquestal se muere de hambre es un mito”.
Reyes, en tanto, destaca que esta carrera es para “luchadores”. “Si se quiere tener éxito hay que luchar. Basta con ver a artistas como Rubén Blades... él no llegó a donde está sin antes pelear. Lo mismo se aplica a esta rama”, enfatiza.

